Mejor o peor, pero antes de tu ruptura todo estaba colocado, ¿verdad? Todo seguía su curso, te levantabas y sabías qué es lo que había exactamente. La comodidad de lo conocido y el refugio de lo que ya dabas por hecho después de meses o años de relación.
Hasta que un día tu pareja, tú o ambos llegáis al “The end”. Las luces se apagan y todo queda detenido. Todo comienza a descolocarse, todos los proyectos se paralizan, toda la rutina se vuelve extraña, diferente y tremendamente complicada de seguir. Los primeros días notas cómo todo se te hace cuesta arriba, y hasta respirar, comer, dormir , trabajar o estudiar te supone un sobresfuerzo, mucho más tener que sonreír o hablar.
¡Anímate, anímate!- te dicen.
Como si fuera tan fácil… -piensas.
Tu cuerpo no te responde, porque te faltan las fuerzas, y tu mente le acompaña, porque está embotada con una niebla densa que no te deja ver, ni pensar con claridad.¿Qué hago ahora?¿Qué va a ser de mí a partir de este momento?¿Qué hago todavía con el amor que tengo y me queda?¿Cómo sigo viviendo si todo se me ha desmoronado?
Son preguntas que te haces, una y otra vez.
Bueno, confiésalo, más bien son interrogantes con los que te torturas incesantemente, porque no acabas de encontrar respuestas que te convenzan.Los primeros días, semanas, y a veces meses, despiertas cada mañana con un peso en el pecho, porque abres los ojos y no acabas de creerte que sea cierto. Es uno de los peores momentos, porque pasas de la no conciencia al darte cuenta de que ya no es, ya no está, ya no estáis. Y así, te vas arrastrando, intentando más sobrevivir que vivir.
Acabas de sufrir una perdida, si no sufres ahora, ¿para cuándo vas a dejar el dolor? Es ahora cuando cobra sentido ,en los primeros momentos tienes derecho a sentirte mal y no tienes por qué exigirte estar mejor.
La vida continúa, si tú quieres que continúe. Si encuentras un nuevo motivo y objetivo por el que levantarte, encontrarás la manera de hacerlo.
Incorpórate de nuevo al mundo social, busca compañía ,busca hobbies,mantén tu mente ocupada … Sí, hay vida después de una ruptura, tienes mucho que hacer, vivir, ver y compartir, todo es cuestión de poner de tu parte.
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